Gatear es un hito importante en el desarrollo de su hijo. Por lo general, su hijo comenzará a gatear entre siete y 10 meses. Es importante que el gateo se realice en las manos y las rodillas del niño, y un patrón de cuerpo cruzado (lo que significa que el brazo derecho y la pierna izquierda avanzan juntos). Este patrón no es lo mismo que el barrido o el scooting. Hay algunos requisitos previos para que el niño comience a gatear, como poder levantar la cabeza del suelo, sostener la parte superior del cuerpo con los brazos, poner las rodillas debajo de él y mantenerse estable.
Por lo general, los niños primero se colocarán en esta posición y simplemente se balancearán de un lado a otro. Esto ayuda a desarrollar fuerza y estabilidad tanto en sus brazos como en sus piernas. Por lo general, gatear es el resultado de alcanzar un juguete al que no pueden llegar, y luego caen hacia su mano extendida. Después de que caen hacia adelante, se dan cuenta de que se han acercado al objeto que desean. La habilidad de gatear tiene muchos beneficios tanto para el cerebro del niño como para las futuras habilidades motoras.
A medida que su bebé comienza a gatear, se están desarrollando:
Habilidades motoras gruesas: estos son movimientos más grandes que su bebé hace con los brazos, las piernas, los pies o todo el cuerpo.
Habilidades motoras finas: implican el fortalecimiento de los músculos más pequeños del cuerpo, como las manos y los dedos.
Equilibrio: lograr el equilibrio es un requisito físico esencial para que su bebé obtenga confianza y la capacidad de pasar a la siguiente fase: caminar.
El gateo también ofrece la oportunidad para que un bebé comprenda conceptos espaciales. Esto proporciona al niño una comprensión física y orientación del mundo físico que lo rodea; su relación y posición dentro de ella.
Las habilidades visuales de su bebé se desarrollarán a pasos agigantados al descubrir que su sonajero favorito puede estar cerca o lejos. Esto se llama visión binocular e involucra a su bebé entrenando sus ojos para mirar a lo lejos y luego nuevamente a sus manos mientras gatea o alcanza ese sonajero.
La coordinación del cerebro izquierdo y derecho se ve reforzada por el gateo, ya que se requiere que el cerebro procese la audición, la vista y el movimiento al mismo tiempo.
Un bebé gateando está construyendo confianza en sí mismo y tomando algunas de sus primeras decisiones. Asumen riesgos físicos regularmente y con cada éxito (y fracaso) descubren tanto su potencial como sus limitaciones.
A medida que el bebé comienza a ponerse más y más físico, descubriendo una nueva y emocionante independencia, también están ganando una fuerza física significativa, que los preparará para caminar en unos pocos meses.
Aunque las compuertas de presión funcionan bien en la parte inferior de un tramo de escaleras, proporcionan una protección inadecuada en la parte superior de las escaleras. Si su bebé cae en una compuerta de presión, la usa para ponerse de rodillas o pies, o incluso simplemente empuja con fuerza, puede sacarla de su lugar y bajar las escaleras con ella. Por lo tanto, asegúrese de instalar una puerta de seguridad que se atornille en la pared o en un poste nuevo en la parte superior de las escaleras.
Es recomendable utilizar colchonetas para aumentar la seguridad, ya que proporcionan un soporte y amortiguación, además protegen las rodillas en el momento de gatear.
Una vez que su bebé comienza a gatear, debe trabajar 10 veces más para mantenerlo a salvo. Ahora que está en movimiento, su bebé necesita supervisión constante. De lo contrario, lo encontrará metiéndose en todo lo que esté a menos de dos o tres pies del piso.
Para fomentar el gateo recomendamos utilizar gimnasios infantiles de espuma, ya que ayudan a fortalecer sus habilidades. Para conocer más sobre nuestros productos puede visitarnos en la Cra. 6 #75b – 33, Barranquilla, Atlántico, Colombia.